Carolina Marín se ha proclamado campeona de
Europa por segunda vez consecutiva en su carrera tras vencer a la escocesa
Kirsty Gilmour en la final disputada en el Vendespace de la Roche sur Yon
(France). Marín reedita el título logrado en Kazán 2014 demostrando su gran
superioridad en el ámbito europeo que la permite igualar con otras cinco
jugadoras a dos títulos continentales, quedándose a uno del triplete
conseguido por la gran danesa Camilla Martín en 1996, 1998 y 2000.
Esta final se presentaba con el claro
favoritismo de la española, pues a su demostrada solvencia en el ámbito europeo
se sumaba su trayectoría de menos a más a lo largo del torneo. Además, en
el balance directo entre ambas jugadoras, Marín dominaba por 4-1.
El primer set fue de total dominio de la
española que conseguía controlar el volante y encontrar espacios
favorables en los intercambios para aprovechar siempre que podía su potencia de
remate. A esa fortaleza en el juego ofensivo se sumaba a medida que avanzaba el
choque su eficiencia en el golpeo que la permitía forzar sin presencia de
errores. Gilmour no podía con esa dinámica, cometiendo a su vez errores cuando
pretendía forzar la situación, por lo que Marín se ponía por delante 21-13 en
apenas 18 minutos de juego.
La segunda manga fue un tanto diferente pues Gilmour
se mostró más agresiva en su juego a sabiendas que se jugaba el seguir viva en
la final. Esa estrategia le salió bien hasta el intervalo al que se iba
por delante por 9-11. A la salida del mismo Marín decidió que la final debía
dar a su fin y tras un parcial de 6-0 tomaba la delantera en el marcador y se
marchaba directa hacia el título. Tras el 20-15 y cinco volantes de Europeo,
Marín necesitó la cuarta oportunidad para con un remate paralelo pegado a la
línea anotarse el 21-18 que la convertía de nuevo en campeona de Europa